enero 06, 2012

Epistula Brevis...

Y así en chinguiza a uno le brotan las letras cual si fueran improperios de un vil vulgar en burlesque de los años 40’s, que ante exuberantes féminas quien con movimientos cadenciosos de sus torneadas caderas, incitan al más bajo y soez calo de la barriada.

Brotan sin antes cavilarlas por instantes en la mente, la cual divaga entre escenas que se desarrollan por la quimera infinita e ilimitada de tiempo. Van las palabras una a una circulando por la estela centellante rumbo al torrente que desemboca en el amplio, basto ó tan pequeño y tan insignificante trozo de papel; lienzo del poeta…

Chorreante va la tinta como si se tratara de la cera de una vela, desbordándose sobre el papel los pensamientos, sentimientos y añoranzas que se transforman en aquel trozo en letras; manuscritos que revelan sinrazones, amoríos, tragedias y despechos. Gritan en silencio haciendo eco en las personas que tienen el privilegio de saber que es la lectura.

Miles de escenas e ideas circundan en la mente y en el corazón de quien escribe con la sinceridad por norma, más no presuntuoso de saberse aclamado por sus obras, ya que en su humildad llevara consigo su grandeza.

Y así como llegan también puede ocurrir que sean inexistentes, pero siempre estarán presentes y solo es cuestión de un destello fugaz o solo es cuestión de un momento, para que de nuevo se desborde el fluido caudal de pensamientos que se convertirán en letras, para el placer de los que saben apreciar el más humilde corazón.

octubre 14, 2011

Mis pasos sin rumbo van por la vida, extraviados en un mundo inmenso, y así voy dejando de tras mío, todo recuerdo de aquellos días. Caminado lentamente en una lluvia sin fin, esperando que esta enjuague todo dolor y odio en mi corazón.

La fuerte lluvia cae en mis hombros haciendo más difícil el seguir por este camino, ya que junto a esta pesada lluvia, llevo conmigo la carga de los años llenos de tristeza que iniciaron el día que te fuiste de mi lado, por la culpa de mi dolor y odio contenidos en mí.

Cuanto tiempo te pedí que te alejaras de mí, pero al mismo tiempo te rogaba que te quedaras, tal vez pensando que algún día todo este dolor y odio se irían para siempre, pero estos sentimientos fueron más fuertes que tu amor. Ahora quiero olvidarme de todo, incluso de ti, ya que solo así podre seguir. Quiero dejar a un lado todo sentimiento, no sé si con esto podre seguir viviendo; Sí es qué a esto se le puede llamar vida.

Los días pasan tan lento haciendo más profundo el dolor, aunado con la tristeza que hace crecer el odio, van hundiendo mis más bellos recuerdos en un profundo y obscuro abismo, en el cual la oscuridad no puede ser tocada por la luz, ni siquiera por la luz de tus ojos. Aquellos que con aquel esplendor, en más de una vez me pudieron sostener en tan cruel realidad, regida por el destino que quisiera de nuevo cortar de tajo. ¿Recuerdas aquella ocasión?, Que con una desesperación te rogué que me dejaras ir, que tus brazos fueran el último lugar donde pudiera descansar por fin.

Ahora me arrepiento y te culpo por hacer que cambiara de parecer al mostrarme una esperanza que nunca llego, tal vez ese día hubiese sido mi salvación, el escape de estas cadenas; La libertad de mi alma. Hoy todo pasa tan lento y el dolor así como el odio se van quedando en mi corazón haciendo una fuerte raíz.

En mis sueños tus cálidas manos acarician mi rostro y tus gentiles palabras hacen arder mí corazón, pero el sueño termina y veo con tristeza que son las lágrimas quienes acarician mi rostro y un ensordecedor silencio, hiela mí corazón, ¿Son estas las ruinas de aquellos recuerdos o momentos que en algún distante día fueron realidad?...

Como desde el principio y hasta el fin de mi tiempo, vuelvo a iniciar el camino que esta vida a trazado para mí. Si es qué tú estás ahí y que desde allá puedes verme, manda de nuevo tu fuerte e interminable lluvia, para que así yo pueda caminar lento bajo de ella y esta pueda quitar de mi, todo dolor y odio. Así también se lleve consigo todo recuerdo de ella.

Interminable lluvia llévate todo de mí, incluso si es posible a mi mismo, llévame donde no exista el odio y el dolor. Ve borrando con tu incesable caída, todo paso que dejo de tras mío, borra todo y si es posible hasta mi propia existencia… Solo déjame olvidar este dolor y odio en mí.


octubre 06, 2011

Words...


Cruzando entre las estrellas del vasto universo, se llega el tiempo de las lágrimas; Las cuales caerán del cielo como meteoros para destruir tus recuerdos...

abril 29, 2011

Locum nostro...

Cuantas promesas se han ido y cuantas se han quedado en nuestro olvido. Donde han quedado aquellos días grises que fueron testigos de nuestros encuentros furtivos, esos que solían suscitarse entre las calles y callejones de esta ciudad, ó en cualquier otro lugar sin importar cual fuese, eran perfectos para decirnos todo sin utilizar alguna palabra, con tan solo mirarnos era suficiente.

Hoy déjame contarte que es de mí, después de aquel día en el cual los relámpagos anunciaban la incesante lluvia y nuestros corazones anunciaban el inicio de una tarde de eterno romance y de un clandestino amor. Bajo la lluvia nuestros cuerpos palpitaban excitados, cada rose entre ellos reclamaban el sabor de sí mismos, así como su necesidad por sentir la piel viva. Recordaras que aquel momento fue interrumpido inesperadamente por una fuerte ventisca, la cual recorrería cada parte de nuestros cuerpos y al unisonó un escalofrió se apodero de ellos, quedándonos estáticos y en silencio, nos dimos un último beso tan largo que no podría compararse con la eternidad misma. Después de toda esa eternidad trascurrida, iniciamos la marcha por las grandes avenidas y plazuelas de esta urbe hasta entrar en aquel lugar quien fuese testigo de nuestro idilio, un pequeño pero reconfortante local donde la música suave inundaba el lugar; Un espacio donde la tuene luz de las velas iluminaban la estancia, que llena de sombras se confundían con las siluetas de los amantes, de aquellos seres que se aman en secreto, no había lugar más perfecto que este pequeño local.

De los acordes de los instrumentos se dejaba escuchar una suave melodía la cual incitaba a bailar, pero en aquel momento no era el idóneo. Entre copas, besos e innumerables secretos compartidos, transcurrían los minutos hasta terminar en horas y así concluir en la noche, la cual llevaría de la mano la tertulia de todos aquellos que ahí se encontraban. De pronto una tonada daba el inicio de aquella canción que sabía muy bien que era tu preferida ya que el brillo de tus ojos y una leve sonrisa me lo decían, tomándome de la mano me llevaste hacia el centro de la pista, mis manos cayeron hasta tu cintura y tus brazos suavemente cubrieron mis hombros, he iniciamos un vaivén con nuestros cuerpos los cuales se rosaban a cada paso, incitando al deseo de sentir de nuevo el éxtasis de dos seres que se aman.

Todo era tan perfecto que le hubiera vendido el alma al Diablo, para que esos momentos jamás terminaran y siguieran así por la eternidad, pero el destino tenía preparado para ambos un camino diferente. De aquella noche no quiero recordar el adiós, solo quiero tener presente aquellos momentos y hasta ese último instante, y de aquel beso en medio de la pista que se suscito al final de aquella canción, que paradójicamente marcaria el final de un todo. No dijiste nada solo te diste la vuelta y saliste por aquella puerta donde horas antes, entraríamos tomados de la mano. Me quede ahí estático, casi inerte en medio de la pista viéndote marchar; dejándome fuera de tu vida, dejándome en el olvido.

Desde esa ocasión hasta el día de hoy sigo frecuentando este lugar; nuestro lugar. Tratando de entender el por qué de ese adiós tan silencioso como nuestro amor, ahora solo me sigo preguntando, ¿Cuánto podría seguir de esta manera hasta que puedan sanar mis heridas?, solo quiero otra chance para continuar con eso a lo que le llamo felicidad. Hoy me hundo en la tristeza, e inocentemente me hago a la idea que algún día veré tu silueta entrar de nuevo dirigiéndose hacia mí, y tomándome la mano me llevaras de nuevo hasta el centro de la pista para entrelazarnos y bailar aquella canción, pero solo es la divagación y el anhelo de un ser que sufre en la amarga tristeza. Pasan las horas y aun sigo esperando, tu tan deseada presencia, viendo cada minuto pasar presintiendo que se acerca la hora final de mi existencia. Quisiera saber si, es esta para dar por hecho que tú ya no estarás aquí, y que ya jamás podre descansar en la cama de tu amor. Tal vez hoy será el día en que pueda dormir tranquilo, pero esa tranquilidad solo significaría que ya no estaré vivo, ya que todo lo que fuese mío incluso mi propia vida, se fueron contigo aquel día…

julio 07, 2010

永遠愛 ...

La luna se ha puesto a lo alto del firmamento, después de un hermoso atardecer, ¿No crees?, ahora entiendo el porqué de la cita en este lugar tan especial para ti, ¿No, es así?, desde hace tiempo quería decirte algo y tal vez es el tiempo para hacerlo. Aun recuerdo aquellos días en que íbamos juntos al colegio, tu siempre caminando detrás de mío, te sonrojabas al ver que mis ojos se posaban en tu bello rostro, ¿Sabes?, no podía alejarlos de ti, pues tu tierna mirada y tus lindos labios entintados con un pálido color rosa, incitaban al probarlos. Pero retenía las ganas de hacerlo, por el hecho de no saber cómo reaccionarias a tan repentino acto, así que solo reprimí mis impulsos.

En alguna ocasión llegaban rumores en el colegio de que te gustaba alguien y déjame decirte que tenía algo de celos e incertidumbre de aquel que podría arrebatarte de mi lado, y no te dije nada solo guarde estos sentimientos, que hasta la fecha me ahogan en profundo dolor, en ocasiones al verte tenia la necesidad de gritarte lo que me quemaba por dentro y decirte que aceptaras mis sentimientos, pero la incertidumbre y la culpa no dejaban salir las palabras de mi boca, pensé en tu felicidad y por ello callé al igual hice a un lado mi corazón, las únicas palabras que pude pronunciar fueron, -Se feliz- . Y me aleje de ti, sin dejarte expulsar cualquier comentario tuyo simplemente me aleje. Al caminar por el pasillo solo pude escuchar un sollozo, no tuve la fuerza para voltear y poder hacer algo para reconfortarte, ni mucho menos abrazarte y decirte que todo estaría bien, simplemente me aleje.

Desde ese día me odie por el daño que te cause. Los siguientes días te evitaba no deseaba tener algún contacto contigo, a demás no tenía el valor para hacerlo. Pasaban los días y el abismo se hacía cada vez más grande entre nosotros, el último intento por regresar las cosas como antes, fue en aquel día al inicio del verano, justo en este lugar que tanto te gusta, prometimos continuar con nuestra amistad, aunque por dentro mi corazón se destrozaba y mi alma lloraba sangre, tu solamente acentuaste, me quede mirando el azul de tus ojos que se tornasen cristalinos por culpa de las lagrimas, me dijiste que tu reflejo quedaría por siempre en el café de los míos, solo sonreí y acentué. Los días del verano pasaban, en algunas ocasiones salía con chicas del colegio que sabía que les gustaba, pero me sentía tan solo y vacio no se a cuantas rechacé sus sentimientos, ya que aun vivías en mi corazón me negaba a dejarte ir. En aquellas ocasiones me sentía observado por algo o alguien, tal vez imaginaciones mías o la necesidad de verte, me hicieron hacer creer, que al dado de aquel árbol del parque donde tallamos nuestras iniciales me estabas observando, el viento me trajo un triste gemido y un llanto tan melancólico y después una silueta alejándose rápidamente entre la gente, ¿Acaso serias tu?, corrí desesperadamente para corroborar lo que vi, pero fue inútil me hice a la idea que solo fue una alucinación mía.

Terminando el verano al iniciar nuevamente las clases, una de tus amigas se me acerco y sin más me abofeteo diciendo que era un ser depreciable un infeliz que no te merecía, que el dolor que te cause y tus lagrimas serian mi castigo. Quise detenerla y preguntarle el por qué de su reacción, pero solo quede confundido y en mi mente solo podría recordar sus palabras. En esos momentos se acerco una chica de otra clase a preguntar si estaba bien, era una chica de aquellos días del verano, sin pensarlo solo le pregunte que si querría salir conmigo a lo cual accedió, desde ese momento solo quería sacarme de la cabeza aquellas palabras y la imagen de ti llorando. Cierto día entre los pasillos te vi con tu amiga la quien me abofeteo, y al encontrarme con aquella la bese enfrente de ti, no sé que me impulso a hacerlo, nuevamente te vi llorar y te alejaste corriendo y vi que entre tus manos llevabas una carta, cual al final de las clases la encontré en mi casillero.

Es la misma carta que traigo ahora la cual me citaba en este lugar, ahora entiendo todo y te pido perdón por no darme cuenta desde el principio, perdóname por hacerte sufrir y por hacerte derramar tantas lagrimas, pero ya es demasiado tarde, si tan solo hubiera dicho esto antes, ahora podríamos ser felices pero, quiero que sepas que no tienes la culpa de esto, ya que el único culpable soy yo, ya no podremos estar juntos, pero ahora mi corazón es solo para ti al igual que este amor. Acepto tus sentimientos porque yo también te amo, ahora solo abrázame que siento frio, deja a un lado aquel cuchillo y tómame entre tus brazos, no importa nada ya, deja fluir el rio carmesí, solo abrázame fuerte y déjame besar aquellos labios tintados de un rosa pálido y déjame reflejarme por última vez en el azul de tus ojos, se que también esta es la última vez que tu reflejo se pose en el café de los míos, ahora opacados.

¿Sabes?, te amo y de ahora hasta la eternidad te perteneceré…