julio 07, 2010

永遠愛 ...

La luna se ha puesto a lo alto del firmamento, después de un hermoso atardecer, ¿No crees?, ahora entiendo el porqué de la cita en este lugar tan especial para ti, ¿No, es así?, desde hace tiempo quería decirte algo y tal vez es el tiempo para hacerlo. Aun recuerdo aquellos días en que íbamos juntos al colegio, tu siempre caminando detrás de mío, te sonrojabas al ver que mis ojos se posaban en tu bello rostro, ¿Sabes?, no podía alejarlos de ti, pues tu tierna mirada y tus lindos labios entintados con un pálido color rosa, incitaban al probarlos. Pero retenía las ganas de hacerlo, por el hecho de no saber cómo reaccionarias a tan repentino acto, así que solo reprimí mis impulsos.

En alguna ocasión llegaban rumores en el colegio de que te gustaba alguien y déjame decirte que tenía algo de celos e incertidumbre de aquel que podría arrebatarte de mi lado, y no te dije nada solo guarde estos sentimientos, que hasta la fecha me ahogan en profundo dolor, en ocasiones al verte tenia la necesidad de gritarte lo que me quemaba por dentro y decirte que aceptaras mis sentimientos, pero la incertidumbre y la culpa no dejaban salir las palabras de mi boca, pensé en tu felicidad y por ello callé al igual hice a un lado mi corazón, las únicas palabras que pude pronunciar fueron, -Se feliz- . Y me aleje de ti, sin dejarte expulsar cualquier comentario tuyo simplemente me aleje. Al caminar por el pasillo solo pude escuchar un sollozo, no tuve la fuerza para voltear y poder hacer algo para reconfortarte, ni mucho menos abrazarte y decirte que todo estaría bien, simplemente me aleje.

Desde ese día me odie por el daño que te cause. Los siguientes días te evitaba no deseaba tener algún contacto contigo, a demás no tenía el valor para hacerlo. Pasaban los días y el abismo se hacía cada vez más grande entre nosotros, el último intento por regresar las cosas como antes, fue en aquel día al inicio del verano, justo en este lugar que tanto te gusta, prometimos continuar con nuestra amistad, aunque por dentro mi corazón se destrozaba y mi alma lloraba sangre, tu solamente acentuaste, me quede mirando el azul de tus ojos que se tornasen cristalinos por culpa de las lagrimas, me dijiste que tu reflejo quedaría por siempre en el café de los míos, solo sonreí y acentué. Los días del verano pasaban, en algunas ocasiones salía con chicas del colegio que sabía que les gustaba, pero me sentía tan solo y vacio no se a cuantas rechacé sus sentimientos, ya que aun vivías en mi corazón me negaba a dejarte ir. En aquellas ocasiones me sentía observado por algo o alguien, tal vez imaginaciones mías o la necesidad de verte, me hicieron hacer creer, que al dado de aquel árbol del parque donde tallamos nuestras iniciales me estabas observando, el viento me trajo un triste gemido y un llanto tan melancólico y después una silueta alejándose rápidamente entre la gente, ¿Acaso serias tu?, corrí desesperadamente para corroborar lo que vi, pero fue inútil me hice a la idea que solo fue una alucinación mía.

Terminando el verano al iniciar nuevamente las clases, una de tus amigas se me acerco y sin más me abofeteo diciendo que era un ser depreciable un infeliz que no te merecía, que el dolor que te cause y tus lagrimas serian mi castigo. Quise detenerla y preguntarle el por qué de su reacción, pero solo quede confundido y en mi mente solo podría recordar sus palabras. En esos momentos se acerco una chica de otra clase a preguntar si estaba bien, era una chica de aquellos días del verano, sin pensarlo solo le pregunte que si querría salir conmigo a lo cual accedió, desde ese momento solo quería sacarme de la cabeza aquellas palabras y la imagen de ti llorando. Cierto día entre los pasillos te vi con tu amiga la quien me abofeteo, y al encontrarme con aquella la bese enfrente de ti, no sé que me impulso a hacerlo, nuevamente te vi llorar y te alejaste corriendo y vi que entre tus manos llevabas una carta, cual al final de las clases la encontré en mi casillero.

Es la misma carta que traigo ahora la cual me citaba en este lugar, ahora entiendo todo y te pido perdón por no darme cuenta desde el principio, perdóname por hacerte sufrir y por hacerte derramar tantas lagrimas, pero ya es demasiado tarde, si tan solo hubiera dicho esto antes, ahora podríamos ser felices pero, quiero que sepas que no tienes la culpa de esto, ya que el único culpable soy yo, ya no podremos estar juntos, pero ahora mi corazón es solo para ti al igual que este amor. Acepto tus sentimientos porque yo también te amo, ahora solo abrázame que siento frio, deja a un lado aquel cuchillo y tómame entre tus brazos, no importa nada ya, deja fluir el rio carmesí, solo abrázame fuerte y déjame besar aquellos labios tintados de un rosa pálido y déjame reflejarme por última vez en el azul de tus ojos, se que también esta es la última vez que tu reflejo se pose en el café de los míos, ahora opacados.

¿Sabes?, te amo y de ahora hasta la eternidad te perteneceré…

2 comentarios:

вlacĸroυѕe™ dijo...

ME ENCANTO!!!! Ahi niño simplemente te hace imaginar cada momento.

Es verdad como por no decir lo que uno siente se van perdiendo las oportunidades, en ocasiones es bueno tomar ese consejo de que haz cada dia todo lo que harias en el ultimo dia de tu vida.

Bien niño como siempre fiel a lo que escribes. TQM.

Lola Lynch dijo...

hOla gracias pOr tu cOmment y tambien esta genial lo que escribes, te estare siguiendo x aki :3