abril 24, 2010

Tuer le Rêveur....

¡Corre!, ¡Corre!.. Es la única palabra que retumba en mi mente desde hace varias horas, ¿Cuantas han pasado ya?, una, dos ó cinco, no tengo la más remota idea, pero tal pareciera que una eternidad es la que a transcurrido desde el inicio de esta persecución. ¿De quién hay que escapar?, me pregunto una y otra vez, mientras una desesperación incontrolable agudiza mis sentidos alterando toda realidad. Cualquier ruido o sombra a mi alrededor, ínsita al escape desenfrenado sin siquiera razonar por un instante, simplemente huyo de aquello que me persigue cual perro de presa, escapo de ese algo que aunque invisible ante mis ojos, se que está ahí en algún sito esperando el momento adecuado, una duda de mi parte para asestar el golpe definitivo; La aniquilación.


Su sola presencia destroza mi cordura haciéndome caer en el pánico, en una tortura interminable. Carcomiendo cada vez mas mi sensatez, haciéndome presa de un miedo insoportable, y de nuevo una vez más oigo en mi mente -¡Corre!- El grito desesperado que me repito constantemente después de haber tomado un respiro tratando de entender la situación en la que me encuentro, pero ahora no es el tiempo de la razón ya que la supervivencia, en sí la vida misma es la única que importa ante tal eminente peligro. Tras varios kilómetros recorridos en mi desesperada huida, mis fuerzas siento desfallecer junto a un dolor excesivo en mi pecho causado por una respiración agitada y mis entrañas se hacen nudos con espasmos que excitan al vomito, hormigueo y dolor en las piernas que casi ya no responden. Pero el resistir es la única esperanza hasta hora, ya que el final se presenta de una forma cruel y despiadada.


Fugitivo a un destino trazado en línea recta hacia la muerte, me encuentro entre una extensa desolación perpetúa, en un lugar tan gris como mis recuerdos y tan oscuro como mis pesadillas, de escenas repetitivas de lluvia y relámpagos incesantes y de truenos que hacen estremecer esta vasta tierra, será un tipo de locura, una distorsión de la realidad o es el cansancio de mi fatigado cuerpo que hace que mi mente desvarié, a caso será un sueño o solo la confusión de una mente frágil, mas sin embargo esta situación parece ya haberla vivido con anterioridad, será que he desfallecido del cansancio sin darme cuenta y me encuentro en un profundo sueño, o simplemente desde el inicio ha sido un simple maldito sueño.


Pero aquella extraña presencia que me acecha desde las sombras, aguarda sigilosamente la hora en la cual me desplome exhausto y sin más fuerzas. Tal parece ser que no podre salir avante ante tan perfecto asesino, el cual siempre estuvo tan cerca por más que pretendía escapar, era imposible; Pues como uno podría escapar de su propia sombra. Sí hace momentos me preguntaba de quien abría de escapar, desde el inicio de todo lo sabía muy bien quién era, solo pretendía escapar de la verdad, solo quería escapar de mi mismo. Al parecer siempre ha sido así, pretendiendo vivir de sueños e ilusiones, y ya cansado de ver como todo era un maldito espejismo, mi abominación, la rabia la consumía destrozando las cadenas de su cautiverio iniciando así la persecución incansable.


Tal vez ya estoy harto de todo y por esta vez… Aunque signifique la extinción de mi ser, dejare de correr y ponerle fin a algo que siempre quise destruir.

1 comentario:

вlacĸroυѕe™ dijo...

Hola niño como siempre nunca me decepcionas, me encanta la forma como escribes, aunque ya tenias muy abandonado este sitio, jeje bueno yo tambien he abandonado eso un poco...
Que bueno fuera que se pudiera escapar de esa realidad que nos a sido impuesta, que todo solo fuera un sueño del cual tengamos el control, y por mas que tratemos de huir o escapar sigue persiguiendonos... Que ganas de decir... ¡¡¡Ya no mas!!!!
Jejeje perdon me debraye un poco, te quiero niño sigue escribiendo, sabes que tienes una admiradora fiel.