Prophecy...

Relámpagos en el Cielo, llamas ardientes que iluminan una noche mas oscura que las tinieblas del mismo infierno, anuncian lo que en el ayer fuera dicho y que fuese olvidado. Se ha revelado el día que los antiguos auguraran frente al oráculo, una profecía la cual caería sobre nuestras cabezas la muerte y con ello el nacimiento de un reino a partir de nuestros cuerpos inertes, sirviendo nuestras carnes de cimientos. En aquella profecía describían lo que sucedería en el día previsto -Llamas caerán del cielo, el rugido del león enfurecido retumbaran por doquier trayendo consigo; terror, sufrimiento y muerte-.

Hoy el león a venido y aquel rugido retumba por todo el reino alimentando nuestros miedos, el día augurado se presenta ante nuestros ojos y a nuestras mentes vienen las palabras de los antiguos dichas hace ya varias centurias, cada relámpago que ilumina el cielo trae consigo el rugido que retumba en nuestros corazones, haciéndonos caer presos del miedo y la desesperanza. El final se hará presente el Monarca caerá y el Reino sucumbirá ante el poder del maldito, la tierra del Medioevo sufrirá y la sangre se esparcirá por todos los lares de estas bastas tierras. Hijos, padres y nietos morirán, caerán bajo el yugo del arma del mal, aquella que trae consigo muerte, esclavitud y miseria.

Las palabras de los antiguos ahora son verdad, la visión del oráculo ya es realidad, la muerte ya ha empezado a teñir de sangre las tierras del Reino de Ahgsbath, después de haber cabalgado por el Reino de Esnogth, dejando a su paso la extinción de un pequeño reino. Las campanas anuncian el terror, consigo la desesperación, el llanto y el rezo de la plebe, que presas del miedo y la incertidumbre claman por sus salvadores; la noble orden quien triunfara en incansables batallas ante el enemigo. Pero el poder de quien trae la muerte consigo, esta mas allá de lo imaginable. En la Cámara Real un alma eleva sus plegarias al creador, la hermosa Amneris, Reina de Ahgsbath quien pide por la gente del reino, hundida en la desolación de su llanto, clama por la luz de la esperanza, pide con fervor el milagro que le ayude a salir avante de tal cruel destino que asecha a su reino, pero la profecía solo anuncia malos augurios; la muerte y la esclavitud.

Sumida en el miedo camina asía el balcón de la estancia Real, el cual muestra a lo lejos las verdes colinas que fueran bañadas con la luz del Sol no hace mas de dos Lunas atrás, tiene presente en recuerdos los amaneceres que dejaban ver el esplendor de una gloriosa y basta comarca, mas sin embargo hoy bajo sus pies se puede escuchar los gritos y llantos "lamentos", rezos de la horda de súbditos, puede ver con tristeza como aldeas ahora son cenizas, como un reino es consumido por esas llamas, llevándose a su paso madres, niños, ancianos y valientes guerreros; Aquellos que en algún momento dieran gloria al reino. El fuego del cielo no cesa y el rugido del león se acentúa aun con mas fuerza, la mueca atónita en el rostro de la pálida tez de una Reina, no puede mostrar mas que solo el terror que la carcome y ahí en la estancia quedando inmóvil ante tales escenas, ve cabalgar a la muerte en dirección a ella, entendiendo que su hora a llegado.

La profecía se ha cumplido al pie de la letra; El Reino a sucumbido y un Monarca pronto morira.