En marchant par le passé...

Recorriendo una angosta calzada de ladrillos me dirijo sin rumbo, ni siquiera hacia un mundo fantástico donde un mago fuese el rey de bastas tierras. Solo quiero caminar mientras mis pensamientos viajan hacia ti, mientras mis recuerdos buscan un momento de un tiempo lejano, al unísono miro los destellos de un sol entre las ramas de los árboles que dibujan su sombra debajo mis pies.

Rayos de luz que juegan con el vaivén de las ramas que movidas por una leve brisa en un ciclo repetitivo y armonioso, los mormullos del viento dicen tu nombre, hablan de ti, pero veo que solo es mi imaginación tal vez un efecto del viento al pasar entre los frondosos árboles, donde un día al igual que este fueron marcados con iníciales; las cuales dan fe de un amor que fuese eterno. El amor entre aquellas iniciales perdurara en aquel lugar, en aquel árbol que fuese su confidente. Pero en ninguno de ellos esta nuestra verdadera historia y pienso talvez jamás tuvimos una.

Mientras sigo caminando, todo aquello se quedo en el pasado como tantas cosas de mi vida que hoy solo puedo recordar mientras mi garganta se cierra y una traicionera lagrima brota, la cual llega a mi boca probando así el amargo sabor de un recuerdo, de un momento que ha quedado en el pasado y que jamás podrá rehacerse de nuevo.

Ahora la tristeza es mi compañera la que me sigue por donde quiera que yo valla, la soledad hoy es la única que me habla, así como la melancolía es la única que me abraza. La esperanza se ha olvidado de mi y la ilusión murió hace mucho cuando alguien dijo adiós, no solo ella murió; algo dentro de mi también dejo de existir, de sentir.

Solo un deseo abominable es el que ronda mis noches en las cuales la cobardía juega con mi desdicha para forzarme a tomar un camino sin retorno, pero algo o alguien detiene mi mano en esos momentos de agonía. Es alguien que talvez no quiere dejarme partir, solo junto a ello puedo descansar y cubriéndome con su manto negro cual madre cobijando a su hijo puedo dejar de sufrir por momentos, haciéndome olvidar que existo y calmando este dolor inmenso.

La tarde se aproxima el sol desciende detrás de mi, y sigo en el mismo camino atormentado por recuerdos y ahogándome en mis lagrimas, queriendo destrozar mis recuerdos junto con todos aquellos momentos que fueran tan nuestros.