Aun...

Cielo gris lleno de nubes oscuras, tan oscuras como mi desdicha y suerte. Triste escena de una tarde melancólica donde mis recuerdos viajan asía momentos de mi miserable vida, donde por instantes tedia un poco de dicha entre tanta miseria.

Sombría tarde que invita a los vagos recuerdos a desgarrar el alma con sus escenas llenas de ternura, besos y caricias. Tarde negra de oscuridad plena por las nubes creada que llenas de lagrimas del mismo cielo se confunden con las mías propias. Cielo del crepúsculo donde luces fugaces marcan mi silueta en la piedra y su rugido estremece mis sentidos.

Sigo con la necia idea de que aun me puedes escuchar, me niego a ver la verdad y me aferro al loco deseo de que esto no sea más que un cruel seño, pero el hilo frágil de la cruel realidad se troza y caigo en el duro suelo que me recuerda que aun éxito y que no es mas que la verdad en la que hoy vivo. Sí, aun vivo pero en un infierno de desoladas planicies, de valles muertos, de sueños marchitos y de eternos llantos donde una sola alma; pena en ausencia de aquello que le hace falta.

Veras que la tristeza aun me consume y la nostalgia no se aleja, así como la misericordia ni se inmuta ante esta escena, solo puedo seguir hablándote y apretando estas flores marchitas al igual que estas manos que alguna vez tu rostro acariciaron. Con la frente caída, con lagrimas en mis ojos, con la lluvia cayendo en mi espalda y con la mirada fija en tu epitafio.