Fijando un Destino...

Ríos rojos brotan de mis manos, lagrimas ruedan y los recuerdos llegan en escenas de distintos pasajes de mi vida. Hoy ya no hay vuelta atrás, lo que un día fue ya no lo será mas y pienso que jamás fue verdad, palpitaciones aceleradas que se van relajando y los sentidos poco a poco se desvanecen y un frío recorre mi ser al punto de congelarlo.

Se que no iré a la tierra prometida y se que vagare por lugares en penumbras de un suelo calcinante, de llantos amargos y de plegarias mudas. Caminare junto a las almas tristes de algunos miserables; que son atormentadas por su pasado y azotadas por sus pecados.

Las lágrimas que brotan de mi alma harán ríos y esos ríos se volverán lagunas muertas que se secaran por el calcinante fulgor del fuego, vagare hasta la eternidad sin el perdón, el dolor seguirá por ese tiempo torturándome así como flagelándome el alma, de que servirán los rezos y las lagrimas de aquellos que me amaron si hay quienes no les importa el que hoy halla partido de esta forma.

Gracias a ellos no descansare hasta que su corazón sienta verdadera pena por el que hoy partirá, pero doy gracias a ellos y los perdono, esperando que ellos no sufran el destino que hoy me he fijado, ahora solo es cuestión de un ultimo aliento, de un ultimo latido, del ultimo segundo para ir a enfrentar mi camino por aquellos senderos que me llevaran al valle donde penare por la eternidad.

Bello angel de túnica negra, ahora puedo escuchar que dices mi nombre en tu silencio sepulcral, he de tomar tu mano ya que tu tiempo apremia, del contrario al mío que ya se ha esfumado y así iniciar la travesía.