Por mi...

Haz dejado de gemir, mis manos han dejado marcas en algunas partes de tu cuerpo que a simple vista se notan en ese lindo color pálido de tu piel que siempre me ha excitado, y así en éxtasis sigo rozando tu piel con mi labios y sigo acariciando tu cuerpo con mis sucias manos llenas de pecado.

Solo apenas no mas de un par de minutos atrás, tus movimientos salvajes y torpes así como tus uñas que clavabas en mis brazos y cara me incitaban a seguir adelante, todo esto creaban en la realidad lo que en un mal sueño solo podría ser, siempre me decías lo loco que era cuando te contaba alguna de mis fantasías, en donde te dejaba ver lo que haría si alguna día te perdiera, me mirabas fijamente y podría ver en tus ojos el miedo que algunas te causaban, pero al notarlo cambiaba de tema o me mofaba de ellas para alejar de tu memoria esas escenas. Ahora yo quisiera olvidar todo y quedarme con lo bueno, pero vienen a mi mente esas escenas que acaban de pasar hace mas de dos minutos donde fui el ejecutor de un cruel acto, aun puedo ver la expresión de tus ojos mientras yo lo hundía en varias ocasiones en tu vientre calido, sin quererlo aceptabas ese acto pues no podías resistirte a mi fuerza y entre tus gemidos y tus lagrimas yo continuaba, segado por este enfermizo amor que te profeso y el miedo a perderte.

Ahora todo talvez quedará en el olvido pero si no es así, tratare de olvidarlo aunque la culpa me consuma y todos me señalen como un desgraciado, un maldito maniático, un monstruo. Pero no comprenderán el amor que te tuve y aun te profeso, de nada servirán sus insultos y sus condenas, pues mi falta terminara por consumirme en el infierno que yo mismo me he construido aquí en la tierra. De aquel amor de nosotros solo quedan recuerdos, personas que te lloran, una persona que tiene la culpa de aquellas lagrimas y que tu ausencia le carcomerá su alma y sucumbirá en el infierno por el pecado cometido, pero también hay un pequeño regalo manchado de rojo y lleno de muerte, con el cual realizaría el vil acto de cual no me arrepiento; y es aquella navaja suiza.

Perdóname… pero sabias muy bien que me seria imposible vivir sin ti, por el simple hecho de que te alejaras y sabias también que no podría seguir con mi existencia al ver que tu amor ya no me pertenecería, perdóname amor mío por el amor que te tengo y por lo que te e hecho.