Hope

Has llegado de un lugar del que nunca debiste salir de aquel lugar el cual fuera tu prisión por milenios, pero ya lo decían los antiguos que muy pronto seria tu regreso pues nuestros actos te habrían de despertar así como nuestros pecados serian la llave para despojarte de tus cadenas, pues así lo decían las escrituras y hoy es el día en que los blasfemos, hipócritas y viles te esperan.

Las señales se han visto tanto en el cielo como en la misma tierra, mucha sangre se a derramado y los sacrificios inútiles se suscitan por las ciudades, las blasfemias se oyen cual cánticos adorándote y suplicándote tu pronto regreso, pobres mentes enfermas que te adoran y te suplican salvación entre tanta desolación, podredumbre y muerte.

Por años las escrituras nos hablaron de ti y de tu reino y de como azotarías con furia y maldad nuestra tierra llenándola de sufrimiento, miseria, terror y muerte. Edificarías tu reino sobre la carne putrefacta de la humanidad las torres se alzarían hasta el mismo cielo, gobernaras con la muerte a tu beneplácito y nos indicaras el camino a seguir, ese camino que nos llevara a la destrucción de nosotros y de todo lo que conocíamos.

Tus garras han tapado la luz del sol, el llanto se escucha por doquier las almas suplican por el perdón pero nadie será escuchado, nadie será salvado y entre estas tinieblas que cubren ya nuestra tierra, has osado con tu plantas el suelo y has marcado la hora en la cual tu reinado comienza, aquellos que se rigieron por el camino del bien y aquellos que se han arrepentido suplican por un salvador pero inútilmente sus rezos son, ya que las antiguas escrituras dicen que no hay salvación pues él nos dará la espalda como los antiguos lo hicieron y lo dejaron morir por nuestros pecados.

Seremos azotados por las garras de la maldad y sucumbiremos ante el terror y entre las tinieblas, nuestros cuerpos caerán y seremos pisoteados, olvidados y nuestras almas quedaran en la nada, pues así lo han escrito. Pero tengamos fe pues él quien nos mira no, nos abandonara aunque las escrituras digan lo contrario, tengamos fe un poco de fe aunque sea del tamaño de la semilla de la mostaza, pues se que él también vendrá.